Evitar tomar atajos
la mayoría de las personas desobedientes siempre llegan antes porque toman los atajos, conocen mil rutas alternas, no aceptan reglas o simplemente las ignoran y al final se presentan con cara de triunfo: se creen mejores porque lo reciben todo sin esfuerzo alguno; porque realizan cosas que de alguna manera los hace superiores, populares, les da éxito y van adelante.
Buscar la sabiduría
Tomar decisiones propias
la mayoría de las personas populares corren donde están las multitudes, y por ellas miden sus decisiones. Hacen lo que todos hacen, pero con el tiempo se dan cuenta cuántas equivocaciones, desilusiones y extravío fueron las consecuencias de haber hilvanado la desobediencia a lo largo de sus vidas, pero lo que más les pesa es que otros decidieron por ellos cuando les seguían.
Hacer lo correcto especialmente cuando nadie está mirando
el camino del obediente siempre está más claro, siempre despejado, dando más ensanchamiento a pasos prudentes y seguros. En este camino casi no anda nadie, la vía está firme, allí amanece, brilla el mediodía y cuando el atardecer refleja su luz para que marchemos, y demos paso a la noche calma y un nuevo amanecer con esperanza. El hacer lo que es recto también incluye hacer el bien aún cuando nadie está viendo nuestras acciones.