Los papás educan más basados en las normas, enfatizan el deber y la justicia. Exigen el cumplimiento de las reglas, lo cual enseña a los niños la objetividad y las consecuencias de sus acciones. Las mamás educan más basadas en las relaciones, enfatizan el cuidado, la ayuda, la compasión y el perdón, lo cual provee un sentido de esperanza. “El padre y la madre deberían ser los primeros maestros de sus hijos” (CN, 21).
Una vez más, no es bueno que se utilice únicamente uno de estos estilos educativos. Papá y mamá, con sus diferentes formas de educar, proporcionan un sano equilibrio a sus hijos que no pueden aportar una pareja homosexual.